Así las cosas todas y así van las cosas.
A usted le da risa..... A otros nos causa pena. (me incluyo)También asombro, incertidumbre e incredulidad.
Así las cosas....sensibilidades más o menos dirán algunos; ignorancias supinas; incluso inexcusables..para otros. Tanta soberbia, Tanto pedestre con ínfulas de profeta....así van las cosas. Muchos santos también anónimos ninguneados,criticados; escupidos por la veleidosa , caprichosa diosa entronizada hace poco por arteros hilos: la opinión pública. Matriarca maciza, pero corrosiva y corruptible. Manipuladora y manipulada...vaya. ¿Quién entiende algo de los muchos algos y algunos visibles?
Que decir de lo invisible. Ahí los malos arcos y sus envenenadas flechas . gracias a lo que sea- no alcanzan o no llegan tan fácil.
Claro que sea dicho en honor a la verdad no todos los católicos son lo que usted enumera que son. No todos. La diferencia puede estar me temo en que la religión no sea solo un asunto de quita y pon , como serían otros. No pues. No es una escarapela, una influencia para traficar; ni ascenso en la escala de ingresos.
De ahí su seguimiento. aunque no perfecto ni excelente- pero si un sostenido adherir a algo y alguien más allá de los asuntos efímeros, contingentes y sino acaso pèdestres. Es que en ellos- también está la causa y razón , materia prima por medio de la cual perseveramos -no sin dificultad- en este esforzado trayecto.
Más aún , cuando muchos pilares insignes de la tradición, conocimiento, cultura caen a nuestra vista y paciencia. Mucho de lo que antes siempre fue hoy ya no es o es cuestionado pública y privadamente. Hay muchísimos desertores de toda laya de las tierras que siempre nos inspiraron y en las que creímos. Hoy la incerteza a todo nivel, en toda la gama posible de creencias campea. Han surgido entonces la incerteza y como su consecuencia lógica la natural desconfianza. Así no es raro que hoy el sujeto solo busque sobrevivir. La vida `plena- en todo sentido- es un arcaismo que quedó sumergido en la oscuridad de un pasado lejano.
¿...Como pretender entonces que sigamos siendo esos crédulos y abnegados cristianos esos que alguna vez dijimos amén sin más.....? Cuando ni siquiera confiamos ya en el prójimo o peor aún para muchos ese no existe pues uno tiene que sobrevivir primero .
Antes nos bastó la fe pero porque esta encontraba su natural y directo correlato en esos otros y en todo lo que nos rodeaba. Hoy ya no es así y deberemos sobrevivir ahí y a pesar de ello. Es decir buscar la vida plena incluso en el el buen o mal arte del sobrevivir al que hemos sido llevados casi sin darnos cuenta o quizás bastante engañados.
Me imagino que el perseverar ya en las pequeñas cosas , esas también ninguneadas por la sociedad del brillo y la desmesura, tal vez nos den algún día la razón. Esa que se funda en la piedra incorruptible y que está llamada a perdurar.Incluso a trascender para llegar a ser basamento de una estructura mayor. Infinita y eterna. Un presente sin tiempo donde los pilares serán otros. Y las rebeldías o diásporas ya habrán quedado también en otra dimensión. La humana y sus soberbias todas. Extinguidas ya; todo su séquito indispensable entonces también. Solo me asiste algo tan antiguo como la fe. Tan granítico y gracioso a la vez. No de risa sino de peso sustancial y desafiante. Uno que resiste a los vientos, los aludes; las desconfianzas traicioneras y también las veleidosas nuevas deidades, aquellas de los becerros de oro y sus templos. Y a todos aquellos que rasgaron sus velos; también a los mercaderes que fueron echados del mismo.
Somos sujetos con gracia y dones. Pero nada es por mérito propio.Tal vez convenga recordarlo.Solo así me temo podremos llegar a ser arenas -tal vez- de esos nuevos quicios.Unos insignes para otros tiempos. Esos de otras dimensiones. Quien lo sabe realmente. A lo mejor solo haya que creerlo. Eso ya habrá bastado. más aún en medio de la incertidumbre total existente y creciente.
Un desafío dar ese salto más allá de lo que vemos, tocamos, calculamos. Las coordenadas hoy vigentes e impuestas a lo largo, ancho y si no pedidos a la carta. Incluso de ese antiguo símbolo del cristiano: la cruz. Pero hoy a medida.
Me temo que no encontraremos nunca una apropiada según nuestros gustos.
Así las cosas, así van las cosas.
La horizontal y vertical se intersectan necesariamente en algún punto. Tal vez sea ese el lugar de la propia existencia de cada uno. Y ahí es donde se juega todo: el hoy y el mañana.O lo diario y luego la eternidad. Lo primero es necesariamente el presupuesto indudable de lo segundo. El tiempo es precioso: uno y fugaz. Aún lo tenemos.Tiempo para volver a las playas del mismo mar: las de la fe sin condiciones. Solo así me parece posible el desafío. De otro modo es más bien una locura mal estibada.Una que podrá eventualmente- no llegar- al muelle de las almas. Donde se inicia el viaje definitivo.Sin tiempo, sin vuelta.
A usted le da risa..... A otros nos causa pena. (me incluyo)También asombro, incertidumbre e incredulidad.
Así las cosas....sensibilidades más o menos dirán algunos; ignorancias supinas; incluso inexcusables..para otros. Tanta soberbia, Tanto pedestre con ínfulas de profeta....así van las cosas. Muchos santos también anónimos ninguneados,criticados; escupidos por la veleidosa , caprichosa diosa entronizada hace poco por arteros hilos: la opinión pública. Matriarca maciza, pero corrosiva y corruptible. Manipuladora y manipulada...vaya. ¿Quién entiende algo de los muchos algos y algunos visibles?
Que decir de lo invisible. Ahí los malos arcos y sus envenenadas flechas . gracias a lo que sea- no alcanzan o no llegan tan fácil.
Claro que sea dicho en honor a la verdad no todos los católicos son lo que usted enumera que son. No todos. La diferencia puede estar me temo en que la religión no sea solo un asunto de quita y pon , como serían otros. No pues. No es una escarapela, una influencia para traficar; ni ascenso en la escala de ingresos.
De ahí su seguimiento. aunque no perfecto ni excelente- pero si un sostenido adherir a algo y alguien más allá de los asuntos efímeros, contingentes y sino acaso pèdestres. Es que en ellos- también está la causa y razón , materia prima por medio de la cual perseveramos -no sin dificultad- en este esforzado trayecto.
Más aún , cuando muchos pilares insignes de la tradición, conocimiento, cultura caen a nuestra vista y paciencia. Mucho de lo que antes siempre fue hoy ya no es o es cuestionado pública y privadamente. Hay muchísimos desertores de toda laya de las tierras que siempre nos inspiraron y en las que creímos. Hoy la incerteza a todo nivel, en toda la gama posible de creencias campea. Han surgido entonces la incerteza y como su consecuencia lógica la natural desconfianza. Así no es raro que hoy el sujeto solo busque sobrevivir. La vida `plena- en todo sentido- es un arcaismo que quedó sumergido en la oscuridad de un pasado lejano.
¿...Como pretender entonces que sigamos siendo esos crédulos y abnegados cristianos esos que alguna vez dijimos amén sin más.....? Cuando ni siquiera confiamos ya en el prójimo o peor aún para muchos ese no existe pues uno tiene que sobrevivir primero .
Antes nos bastó la fe pero porque esta encontraba su natural y directo correlato en esos otros y en todo lo que nos rodeaba. Hoy ya no es así y deberemos sobrevivir ahí y a pesar de ello. Es decir buscar la vida plena incluso en el el buen o mal arte del sobrevivir al que hemos sido llevados casi sin darnos cuenta o quizás bastante engañados.
Me imagino que el perseverar ya en las pequeñas cosas , esas también ninguneadas por la sociedad del brillo y la desmesura, tal vez nos den algún día la razón. Esa que se funda en la piedra incorruptible y que está llamada a perdurar.Incluso a trascender para llegar a ser basamento de una estructura mayor. Infinita y eterna. Un presente sin tiempo donde los pilares serán otros. Y las rebeldías o diásporas ya habrán quedado también en otra dimensión. La humana y sus soberbias todas. Extinguidas ya; todo su séquito indispensable entonces también. Solo me asiste algo tan antiguo como la fe. Tan granítico y gracioso a la vez. No de risa sino de peso sustancial y desafiante. Uno que resiste a los vientos, los aludes; las desconfianzas traicioneras y también las veleidosas nuevas deidades, aquellas de los becerros de oro y sus templos. Y a todos aquellos que rasgaron sus velos; también a los mercaderes que fueron echados del mismo.
Somos sujetos con gracia y dones. Pero nada es por mérito propio.Tal vez convenga recordarlo.Solo así me temo podremos llegar a ser arenas -tal vez- de esos nuevos quicios.Unos insignes para otros tiempos. Esos de otras dimensiones. Quien lo sabe realmente. A lo mejor solo haya que creerlo. Eso ya habrá bastado. más aún en medio de la incertidumbre total existente y creciente.
Un desafío dar ese salto más allá de lo que vemos, tocamos, calculamos. Las coordenadas hoy vigentes e impuestas a lo largo, ancho y si no pedidos a la carta. Incluso de ese antiguo símbolo del cristiano: la cruz. Pero hoy a medida.
Me temo que no encontraremos nunca una apropiada según nuestros gustos.
Así las cosas, así van las cosas.
La horizontal y vertical se intersectan necesariamente en algún punto. Tal vez sea ese el lugar de la propia existencia de cada uno. Y ahí es donde se juega todo: el hoy y el mañana.O lo diario y luego la eternidad. Lo primero es necesariamente el presupuesto indudable de lo segundo. El tiempo es precioso: uno y fugaz. Aún lo tenemos.Tiempo para volver a las playas del mismo mar: las de la fe sin condiciones. Solo así me parece posible el desafío. De otro modo es más bien una locura mal estibada.Una que podrá eventualmente- no llegar- al muelle de las almas. Donde se inicia el viaje definitivo.Sin tiempo, sin vuelta.