martes, 4 de junio de 2019

País de Nunca Jamás


País de sordos, pero sobre todo de ciegos  voluntarios. Contumaces y  soberbios  hasta la estulticia suprema. Las diagonales nunca se han interceptado y los perímetros son eso no radios  de  círculo alguno. Pi aplica solo al radio. Y no a todo el espectro....el que más le guste.
Las circunferencias  en nada asemejan a un cuadrado o rectángulo naturalmente. E insistir en la cuadratura  del círculo parece a estas alturas una necedad  casi obcecada o mejor dicho una pirotecnia más, una que ya ni siquiera  es útil o artística. Al contrario cae en la más grotesca  ramplonería.  La representación política  como dijo alguien por ahí no es representación pictórica  y la aprobación de tratados tampoco  es arte fauvista para unos pocos o puntillismo  selecto  de soberanías globales comerciales por sobre    autonomías nacionales y su desarrollo libre . O en buen romance: nada es gratis con estos altisonantes  siglas , más aún  de 11. Estos trovadores  de lo corporativo económico internacional  les interesa más que la trova sólo su interesada consigna : con crótalos y mandolina. 
Las vanguardias  siempre fueron eso. Adelantados a su época. Lástima que en Chile no se avisora ninguna  ni en materia gubernativa ni menos   en la gestión y administración nacional. No tendremos una Bloomsbury nacional. Ni nada parecido. A lo más , más chimba de aquella de los arrabales santiaguinos pretéritos. Y olvídense de los puentes de cal y canto. La argamasa no da ni para uno vecchio.
Al contrario  parece continuarse  con las mismas ruedas de carreta de siempre. Solo que ahora vienen mutadas y bien envueltas  en aparentes e interesantes  trajes de contemporaneidad y  avance. 
Sin embargo  raya para la suma (esa tan antigua, pero maciza) los avances concretos para cada chileno(a) es decir en su trabajo, sueldo, previsión, salud, educación....podríamos decir que tal como avisora  la mirada  intrusa  e inquisitiva  las apariencias  son rimbombantes  con una serie de anuncios  en cuanto a variadas ramas  de  este árbol nacional  de las necesidades. Que como buen árbol  desgraciadamente no es aquel frondoso y armónico, bello  hilado en los tapices franceses  de la edad media. Aparece esmirriado, enjuto y opaca sombra  de un otrora quillay precordillerano o un hermoso p-e-u-m-o de aquellos. 
Ni siquiera  p-e-q-u-en-e-s, tampoco tucúqueres  cantan ya por ahí. El ch-u-c-a-o- sureño desapareció por temor a ser visto: asunto  que evade y los tan mentados anuncios  acerca  de las cuestiones     que se esperaban en su gran mayoría  han quedado por ahí en la trastienda  conceptual de varias interrogantes  digámoslo  no aclaradas del todo. Debe ser la vaguada costera que nos afecta como país  hace mucho.
Nuevamente  quedamos entregados   a un albur incierto o al menos  digámoslo  al capricho volátil de los  intereses  dominantes  del palco imperial vigente  y sus sones de trompetas.
NI el lenguaje usado, ni los temas tratados  y en definitiva  el armazón  de la alocución anual  fue lo esperado. 
Más aún sus contenidos  permiten percibir más o menos- más -de lo mismo: la tónica,  pero revestidos de novedad y áreas  circundantes.(Digamos un churrigueresco americano)
Nada ha cambiado demasiado en definitiva. . 
Al lirismo político  exhibido  no debemos  pedirle prosa. 
Y sin embargo era eso lo requerido. 
La búsqueda  de circunloquios  para evitar  la mención de aquello  que constituía el menjunje propio de la contingencia y su solución  se fue de paseo( aún no sabemos a dónde)
A cambio  recibimos  noticias  del cilantro y el pebre pero de las sopaipillas y del zapallo  poco se supo. 
Más parece un caldo marino  con de un cuanto hay donde reina  más la cabeza de pescado  que el mismo y donde se les olvidó  que los chilenos en su gran mayoría necesitan  carne para  sobrevivir: la política, la económica, la educativa, la previsional, la de sueldos y salarios, la de la salud y varios  otros    fundamentales al debe. 
De proyectos y análisis  hemos vivido los últimos  ochenta años. 
Y éstos  no son comestibles ni pagan las cuentas  de cada chileno. 
No nos  digan  que la realidad y los hechos pueden  hacerse calzar mañosamente  y con calzador  en un cilindro. Más aún  usándolo  como  catalejo y catapulta  de cuánto pueda ocurrírseles  a los ingeniosos manutaras y escritores de discurso  a contrata  de aquel segundo piso de palacio.
Sin duda  uno  no ubicado  en la Villa Borghese por cierto ni menos  rodeado  de las colinas del Aventino. 
No, nada parecido.
Por más  focos de luz día que le pusieron  al lugar del hemiciclo  me temo que la oscuridad  de fondo proyectada por la abierta ausencia  de los temas  esperados  nadie y  nada la ilumina. Al contrario, por contraste  ella resalta  aún más en medio de tanta luz artificial y fatua. 
Digna  del mejor espectáculo. Una vez más. 
Pero hablábamos  de realidad y política: de chilenos para chilenos. 
Más de algo o casi todo está fuera de contexto. (Y sino en algunos puntos en abierta contradicción con anuncios  específicos  por rubros)
Se apagó la luz y apareció el artilugio y el artificio. 
(De eso  se trataba )
Sic.
O dicho en claro: un punto de" fuga "que duró dos largas horas. Más que ponerle los puntos  a lo que requería  respuesta y solución  urgente para los chilenos.
Muchos puntos corridos  y un punto final y aparte.
Menos mal que no apareció ningún niño por ahí  que le dijera  al mandatario la verdad: es que va desnudo. Mientras  los presentes se deshacían en halagos  frente a la -maravilla- de traje  que supuestamente  le habían confeccionado.... a la medida.
Se repite la historia de niños de Andersen.