martes, 28 de diciembre de 2021

                                                       Sin aviso.....hasta qué....


Sonó como campanazo fuerte en el interior materno. Y paterno. La palabra aquella: cáncer. Solo que esta vez  afectaba a un cercano nuestro.Muy cercano para ser honestos. Habíamos sido sorteados...como dicen  algunos. Vaya lotería. No la querría jamás si la hubiese podido elegir. Nos llevamos el premio mayor y sin prólogos ni titubeos alguno.

Ya había muerto otro hijo nuestro el año 92. Entonces de tres meses y afectado de adenovirus no diagnosticado.

Pero sí era cierto y confirmado. Y de ahí entramos en toda la vorágine de la rapidez y eficiencia medica luego del diagnostico. Y había que ir rápido sin duda. Operación y quimioterapias. Tres meses por ahora. Para una persona de 32 años soltero y super  vital alegre, muy amigo de sus muchos amigos  es  una sentencia muy poco amable sin duda.  Lapidaria Para los padres un balde de agua congelada. Por decir lo menos.

Luego del impacto inicial  comienzan a aparecer las esperanzas gracias a lo que sea. En este caso al buen diagnóstico medico y la pericia de los mismos. Tiene buen pronóstico nos dijeron desde un comienzo. Pude  respirar  más hondo por fin. Sin embargo   es una experiencia dura, durísima para los padres que ya hemos perdido  a otro hijo.  Nada nuevo bajo el sol....

De pronto recordé  a Dios, ese padre providente y amoroso. Pero debo confesarlo fue sin duda bastante interesado. Cómo no. Cuando  todo lo terrenal parece no dar respuestas claras, certeras y qué se yo. 

El fiel  atribulado y en cierto modo acogotado por la pena, la contrariedad y también la rabia, pues la tuve y mucha....ha de mirar a lo alto y levantar los ojos  hacia allí´: justamente  hacia el Señor de lo alto. Llega la hora entonces de hacernos muy pequeños en esa necesidad de apoyo, calma y también fe, fe a pesar de todo y más aún: de lo que nos vendrá por delante que no es poco. 

Cuando entregamos  las amarras todas y la autonomía para solucionarlo casi todo parece que empezamos a crecer de un modo diferente. Puede ser. son los misterios de la precariedad y vulnerabilidad humanas...más en estas situaciones. Cuando nada, absolutamente nada otorga  certeza absoluta  de nada-. 

Què febles  nuestra seguridades, que provisorias todas nuestras previsiones, todo  se viene abajo en un segundo y aparece otro mundo si o si , tarde o temprano. Uno que siempre estuvo aliado nuestro pero del cual nos alejamos  vaya a saberse pensando qué tonteras...la humana estupidez . Siempre...siempre una y otra vez. También unido a cierto descrédito  de lo trascendente también hay que reconocerlo y por muy varados motivos......pero el Padre  se encarga de recordarnos  una y otra vez que El está cerca, muy cerca nuestro y que somos nosotros los que lo hemos olvidado. Sin duda. 

Soltemos amarras, soltemos  las cegueras, las alforjas  cargadas y tanto más. Habrá que  ponernos en disposición de escucha activa y cercana  con el Caballero de arriba. Oír que nos quiere decir a través de esta nueva situación. Se manifiesta y lo hace en forma clara y quizás mas fuerte  para aquellos que somos un tanto burros y también indómitos...Puede ser. 

Nada absolutamente nada se pierde  en esta vida. Todo  es usado por el buen Dios para decirnos  y o pegarnos un buen respacachos  a cada cual cuando corresponde. 

Y al parecer  esta es otra oportunidad para disponernos oírlo, tratarlo y también opedirl con confianza por este  tan cercano nuestro. Que lo ayude, nos ayude a enfrentar  esta nueva experiencia y ojalá salir fortalecidos todos¡ y con vida  el afectado. sanado Algo que  ya es esencial. Nunca dejó de serlo. Solo que al parecer no estábamos en sintonía  adecuada para valorarlo. Como cambian las cosas. Solo como Dios  sabe hacerlo. Ha hablado claro. También sin duda. 

Sea .

Una vez más  me queda tan claro que los tiempos de Dios no son los nuestros. Solo que esta vez  Señor  no te lo lleves, No es lógico que nuestros hijos partan antes que nosotros. ¡Te ruego Señor!

No otra vez. 

Amén.