jueves, 25 de abril de 2013

Un Cisarro, ¿cuántos cisarros más serán ”necesarios”…?



El cisarro nuevamente  en el juzgado…este chiquillo de catorce años se limpia lágrimas de los ojos al oír a la magistrado. Ya no es un niño. No es el mismo que apareció en los medios esa primera vez cuando tenía nueve años….ahora también se ha escapado del Sename.
Mal. Qué hacer. Solo puedo decir que cuando veo al joven filmado en el juzgado siento lástima. Rabia también. Y por  qué no decirlo: impotencia. Como mujer , chilena, madre de familia, como mujer con corazón de carne. Uno que se conduele. ¿Con qué? Bueno con la injusticia profunda detrás de toda esta historia, Que ya va llevando visos de tragicomedia televisada. Una que alimenta el morbo del televidente y tiene sintonía asegurada  por medio de la tragedia de este hasta hace poco niño. Uno que no tiene la culpa de haber nacido donde lo hizo, no haber recibido la rehabilitación adecuada,  ocupación en su vida: una que lo haga feliz, persona y digno.  Una educación que le de la oportunidad que debiera recibir. Es ahora o nunca, señores!!! Ya lleva mucho tiempo en vilo. ¿Qué pasa con este caso…?
¡¡¡Siento una profunda vergüenza  como chilena, como ciudadana, como madre de familia ¿ cómo aún y hasta cuándo señores seguir jugando  con la vida de un adolescente que no ha sido rehabilitado realmente nunca? Al parecer dados los resultados . Una sociedad inoperante ante el drama humano.

Algo debe hacerse;algo debe poder hacerse . Más que filmarlo para la TV; más que exponerlo al escarnio público y mucho más que vulnerarlo. Tiene 14 años ¡señores!
N ada  ni nadie puede justificar esta historia dramática, su desidia, negligencia….la indolen cia e ineficacia para darle  a este joven una oportunidad EN SERIO: NO para la platea televisiva. No para los escenarios políticos y la cancha chica.
Solo puedo pensar ¿cuántos cisarros más habrá? Y nada se sabe. ¿Cuántos más…?
Está claro el sistema jurídico penal para los adolescentes, su rehabilitación, rein serción y recuperación no está funcionando. Y es así hace mucho.
Muestran los centros del Sename, sus carencias, sus pobrezas y luego el tema pasa al anonimato nuevamente. ¿Qué se ha hecho?
Me parece in aceptable este estado de cosas. Si adem-ás se suma el estado de las familias vulnerables en todo sentido que deben hacerse cargos de estos jóvenes, pues en ellos se comprueba y cierra como con un candado un círculo  vicioso. . La miseria humana; las carencias más fundamentales. La consecuencia aflora.
 ¿Qué pasa con las políticas pro familia, pro fomento  de ellas a fin de que éstas en medio de la adversidad y carencia de todo tipo puedan   hacerse cargo de estos hijos descarriados…???¿Cómo las ayudamos? Lo planteo en plural pues si el estado no logra  ser eficiente humanamente en este asunto tal los privados podamos hacer algo…más que crear empresas para producir cosas y servicios…
Los chilenos estamos en deuda con los cisarros. La educación está en deuda; la familia está en deuda; el estado y sus poderes están en deuda.
Adeudamos lo más fundamental y básico a lo que una persona- y muy especialmente una joven, o un niño tiene derecho:a ser protegido, defendido, educado y amado en una familia.
De otro modo se habrá  abortado la vida de una persona joven ya al partir ¿con qué derecho? ¿El de la omisión, el de la negligencia en la que todos somos ,cual más, cuál menos, culpables?
Solo hago oír mi modesta voz. Ojalá alguien competente, idóneo y a la vez con c… la haga llegar a dónde debe ir.
Cisarro espera-una vez más- a pesar de sus actos desvíados, a pesar de sus malas experiencias y también por lo mismo ¡Una nueva oportunidad!
Una, ahora basada en la verdad, la equidad, la realidad y la gestión amorosa y responsable de alguien o algo que pueda “hacerse cargo” con humanidad de ese joven. Partiendo  por proteger  su imagen que es  mostrada una y otra vez en la TV…¿ hasta cuándo?
También aquí se muestran los síntomas de una sociedad que está enferma e insana. No sólo por lo qué no hace sino tam,bién porque actúa mál, en forma inadecuada y a la vez inoportuna: si es que algo hace.
Algo más que echar a andar la puerta giratoria y algo más que jueces que amenazan a las familias de niños abusados al reclamar éstas  pues esta magistrado dejó en libertad al joven imputado, - que en otro caso- abusó de un niño de tres años  en otro caso mostrado en la TV también estos días donde hay menores involucrados.
No sólo  hay bienes jurídicos en colisión; también hay una total carencia de humanidad y criterio no sólo en cómo legislar y juzgar a este sector sino principalmente la errática política de resguardo de menores, tuición de ellos por el Sename; la rehabilitación real y eficaz y la reinserción de los jóvenes: en el amor de una familia; en la reubicación en la vida y en la sociedad y esencialmente en la recuperación de ellos como personas dignas. Personas que podrían llegar a ser mucho si se les diera un poco-al menos- en lo humano y todo lo que de ahí de esa condición surge y se proyecta.
Mal síntoma de los que componemos esta sociedad y peor aún del sistema que nos rige y dirime finalmente.:qué vidas salen adelante y cuáles se hunden para siempre. Dictaminado con la ceguera del deber ser frío e impersonal de la norma positiva, pero que en su espíritu está mal aplicada. Casi mejor sería que así aplicada fuera derogada!
¿Es injusto? ¿A usted  le  preocupa? Pues haga oír su voz. Tanto como cuando reclama por el alza de las  tarifas de lo que sea.
Esta vida, la de Cisarro y la de mucho otros,  sumidos en la carencia y la vulnerabilidad máxima, valen muchísimo más, a pesar de los pesares.  Son personas: igual que usted, igual que yo…aunque  no nos parezca.  En el fondo :  ellos sí lo son y son jóvenes: merecen una real oportunidad para poder ser realmente personas.Algo que tal vez no han conocido realmente en sus cortos años de vida. Tal vez sea la oportunidad de mostrarles que sí es posible. Con esfuerzo personal, tutoría, normas adecuadas y particulares y  resguardo .
No son malezas, tampoco plantas de invernadero.Son al igual que muchos seres necesitados de protección adecuada y eficiente. Lo que hará que también algún día sepan agradecer la oportunidad que se les dio. La confianza que se tuvo en ellos y las herramientas que se les proporcionaron para poder asumir las responsabilidades que les corresponden y los deberes  comprendidos porque se les amó incondicionalmente. Como a las personas. Nadie ni ninguno de ellos puede querer y desear lo que probablemente nunca ha vivido en su propia vida,
Un desafío gigantesco como sociedad, como chilenos, como estado y como país. En un país desarrollado- a lo que aspiramos- todos reciben las herramientas  para poder ser dignos primero y luego ciudadanos  con derechos y deberes. Unos que recogen y concretan esa dignidad única  de la que cada uno viene dotado por el solo hecho de nacer y hacerlo en esta tierra. Un desafío urgente señores.

jueves, 18 de abril de 2013

Aves y pajaricos


Y también aparece  en esta historia el gran olvidado ... ¡Condorito! Aquel pajarraco tan nuestro. tan chilensis. Uno modesto, pero bien plantado. Austero , discreto( como éramos hasta hace poco una gran mayoría)pero tiene  algo que hoy  el chileno en medio de tanto  oropel ha perdido irremediablemente: la dignidad , señores. Sí , leyeron bien. 
Unos por un trabajo y la necesidad( la que fuera); otros por la figuración; otros por la férula operativa en la tiniebla de la componenda y el artilugio sino por alquimias misteriosas .Otros por la sobrevivencia al descampado: la pura y simple. Y otros más,  por el qué dirán y lo que no dirán. Así el mundillo de nuestras aves, pajarracos, buitres y gárgolas, incluso.
Los pajaricos tropicales a diferencia de los nuestros,  tienen una palestra y parloteo asegurado por una bien montada maquinaria de silbidos y trinos unidireccionales que no solo tienen por objetivo mantener y asegurar la memoria de los difuntos,   sino  hacer perdurar  los apoyos a los maduros o verde recientemente elegidos. Digo verde, pues su  futuro no está claro en esta pajarera bolivariana. No sea cosa que los pajaricos en cuestión lo confundan con un papagayo, unas especies de  Buendía y le hagan la desconocida de una  sola vez . 
No solo en esta pajarera se cuecen semillas (o habas) También en otras,  más al sur. Donde  aún cuando el clima  es caluroso no hay la humedad suficiente que asegure la sobrevivencia de todos los habitantes de ella. En especial partiendo por una especie que silba y trina diferente. No al unísono  a  los ecos unánimes de los gorjeos del pajarico imitado, pero no igualado. Falta hace que Condorito, nunca bien ponderado pajarraco nacional , entre en esta pajarera y abra sus alas con fuerza y majestad, pero necesita libertad y autonomía para hacerlo. Y en este recinto no se dan las condiciones básicas mínimas. Por lo que  esta ave emprende el vuelo hacia la libertad más completa. Una que  es desafío y también misión.  (Ya ha dejado parte de su plumaje enredado en tanta trifulca interina.) Cosa que no conocen  sus vecinos alados de la pajarera. Ellos  viven atrapados en ella. 
Condorito no. Está consciente de ello. Y, por lo mismo, no se presta  a líos de pajarera. Voló rápido fuera. Ahí donde  cumplirá con un  vuelo propio. Único y diferente. Tiene un costo por supuesto. No importa finalmente. Si sabe a dónde va y se dirige. No es casualidad que su especie esté en el escudo nacional. Por algo  será. No solo su presencia, hay algo más. Es lo que le da su peso específico: uno que no se vende; no se transa. (por la razón o la fuerza...) Y ahora agregamos por la corrupción y política degradada...el cacareo y gorjeo replicado por todas.(las aves)
 Esta especie nuestra que aún subsiste, Condorito, merece respeto  .Nunca perdió la dignidad de su propia especie. La  del ave chilena. Única e insustituible. 
No como otras. Muy bulliciosas, estridentes y figuronas. de plumaje vistoso , pero muy bajo vuelo. Ahí están encerradas aún. En   una pajarera esclavizante y hegemónica. Una atractiva en colores, pero egoísta y avara en libertades. Una donde todos siguen un solo  trino. Pues en la del sur se ha dado una excepción. Hay un ave que vuela alto y  necesita la libertad para hacerlo. Una para desarrollar autonomía en el vuelo que sus grandes alas despliegan.