Y también aparece en
esta historia el gran olvidado ... ¡Condorito! Aquel pajarraco tan nuestro. tan
chilensis. Uno modesto, pero bien plantado. Austero , discreto( como éramos
hasta hace poco una gran mayoría)pero tiene algo que hoy el chileno
en medio de tanto oropel ha perdido irremediablemente: la dignidad ,
señores. Sí , leyeron bien.
Unos por un trabajo y la
necesidad( la que fuera); otros por la figuración; otros por la férula
operativa en la tiniebla de la componenda y el artilugio sino por alquimias
misteriosas .Otros por la sobrevivencia al descampado: la pura y simple. Y
otros más, por el qué dirán y lo que no
dirán. Así el mundillo de nuestras aves, pajarracos, buitres y gárgolas, incluso.
Los pajaricos tropicales a
diferencia de los nuestros, tienen una palestra y parloteo asegurado por
una bien montada maquinaria de silbidos y trinos unidireccionales que no solo
tienen por objetivo mantener y asegurar la memoria de los difuntos, sino hacer perdurar los
apoyos a los maduros o verde recientemente elegidos. Digo verde, pues su futuro no está claro en esta pajarera
bolivariana. No sea cosa que los pajaricos en cuestión lo confundan con un
papagayo, unas especies de Buendía y le hagan la desconocida de una
sola vez .
No solo en esta pajarera se
cuecen semillas (o habas) También en otras, más al sur. Donde aún
cuando el clima es caluroso no hay la humedad suficiente que asegure la
sobrevivencia de todos los habitantes de ella. En especial partiendo por una
especie que silba y trina diferente. No al unísono a los ecos
unánimes de los gorjeos del pajarico imitado, pero no igualado. Falta hace que
Condorito, nunca bien ponderado pajarraco nacional , entre en esta pajarera y
abra sus alas con fuerza y majestad, pero necesita libertad y autonomía para
hacerlo. Y en este recinto no se dan las condiciones básicas mínimas. Por lo
que esta ave emprende el vuelo hacia la libertad más completa. Una que
es desafío y también misión. (Ya ha dejado parte de su plumaje
enredado en tanta trifulca interina.) Cosa que no conocen sus vecinos
alados de la pajarera. Ellos viven atrapados en ella.
Condorito no. Está consciente
de ello. Y, por lo mismo, no se presta a líos de pajarera. Voló rápido
fuera. Ahí donde cumplirá con un
vuelo propio. Único y diferente. Tiene un costo por supuesto. No importa
finalmente. Si sabe a dónde va y se dirige. No es casualidad que su especie
esté en el escudo nacional. Por algo será. No solo su presencia, hay algo
más. Es lo que le da su peso específico: uno que no se vende; no se transa.
(por la razón o la fuerza...) Y ahora agregamos por la corrupción y política
degradada...el cacareo y gorjeo replicado por todas.(las aves)
Esta especie nuestra que
aún subsiste, Condorito, merece respeto .Nunca perdió la dignidad de su
propia especie. La del ave chilena. Única e insustituible.
No como otras. Muy
bulliciosas, estridentes y figuronas. de plumaje vistoso , pero muy bajo vuelo.
Ahí están encerradas aún. En una
pajarera esclavizante y hegemónica. Una atractiva en colores, pero egoísta y
avara en libertades. Una donde todos siguen un solo trino. Pues en la del
sur se ha dado una excepción. Hay un ave que vuela alto y necesita la libertad para hacerlo. Una para
desarrollar autonomía en el vuelo que sus grandes alas despliegan.
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