domingo, 19 de mayo de 2013

“ Todo lo que necesitas , está aquí "


¡Qué pretensión!  ¿Rebosante de “espíritu de servicio” o de   superabundancia de autocomplacencia? (¿o una larvada y ciega  petulancia?)

Esta oración -impresa en la bolsa  de un  diario-  fue emblemática   y epifánica cuando la leí.  Era la fórmula de la consigna -de turno hoy- en este país.  La que muchos pretenden poseer, ofrecer y comunicar finalmente. Este tabloide y sus  ingenieros comerciales  son realistas. No   olvidan que justamente el mundo  de la oferta  es ancho y amplio. Y hay que competir. Ahora apelan , usan , abusan y manipulan ,  para ello  , lo más profundo de toda persona.
¿Bien o mal la manipulación?  A través del lenguaje ésta se hoy observa  en todos los rubros. Es una” operación peineta “sostenida en el tiempo. Sí, pero para bien  o mal , hay que vender, cada pomada muy bien y,   si es posible,  llegar a esos potenciales clientes de pago, compra de ideas, valores, costumbres, de” cultura”… en  sentido amplio en la sociedad actual. -Las tendencias- las llaman ahora.
Así como desde los púlpitos de casa piedra  el discurso del marketing  también comienza ya a variar. Y tenemos que  se ofrecen seminarios en los cuales se enfatiza que lo importante ahora son las personas. ¡Vaya descubrimiento! Si es muy antiguo señores ¡ más que el hilo  negro! Lo que nunca debió olvidarse…solo que ahora -conviene -recordarlo. Es justamente la constatación de esta realidad la que me hace dudar profundamente de la verdadera intención de rectificar el discurso hasta ahora vigente.
El hombre actual, como nunca busca y no encuentra. O, mejor dicho encuentra,  sí: sucedáneos, pero no lo que necesita en definitiva. ¿Para que´? Bueno,  nada más y nada menos que,   para ser más feliz, pleno  y tener una vida con sentido. Ese que viene dado por esas verdades de siempre y las que no están sujetas a marketing, hall of fame ni nada por el estilo.
Una vuelta y otra , para volver a esas tierras originarias, fértiles que ese hombre al alejarse de sus raíces más profundas, las que lo identifican finalmente dejó a merced del viento, las lluv ias, el frío y el calor extremos.  Sino a una voluntad en extremo debilitada por el implacable  azote de un sistema que lo denigra, descalifica y desclasifica. Uno que habla de tolerancia, pero segrega a la hora de los que hubo . Sin cultivo, sin amoroso cuidado abandonó también su propio cultivo, convirtiendo su existencia, sus anhelos y mucho más en una tierra yerma y baldía. Arrasada, cuando no si acaso. Así la erosión del terruño solo trae miseria material y humana.
Una que está ahí despojada de lo más propio,  aquello que la hace ser lo que siempre debió ser. Una consistente, coherente, fértil y productiva. Una que conoce su propio valor y por lo mismo no entrega aquello que  no tiene  precio, la identifica y constituye. Su propia identidad, características , patrimonio, acervo propio.
Estos elementos desde la persona , pasando por las sociedades intermedias de todo tipo hasta llegar al estado, cada una de estas esferas tiene un ámbito propio, identitario y por lo tanto derechos y obligaciones irrenunciables en el todo de una sociedad.
¿Qué puede hacerse cuando los ciudadanos ya no les creen, sea por los motivos que sean? Algunos evidentes y bastante graves, otros solapados y no menos acuciantes. Sí,  frente a la constatación de este estado de cosas es muy difícil entregar a todos estos supuestos intemediarios algún gesto de confianza. Y es simple. Cuando esta se defrauda en los  principios más fundamentales no hay reconstrucción que valga. Incluso la más elaborada y edulcorada. No señores. Grave cuando esta situación se da en forma transversal y a nivel país. De capitán a paje, de derechas a izquierdas pasando por el centro.
No hay dudas este país ha cambiado. Solo el tiempo confirmará o no ,si todo lo modificado fue para bien. Y, me refiero fundamentalmente a las personas individualmente consideradas, sus ambiciones, cualidades  e identidades. Todo aquello que finalmente  colabora o no a una sociedad mejor o no.
Y que  no se verifica solo en entregar un voto , a una u otra coalición determinada.
Es muchísimo más que eso. Pero una vez más en este país  somos subdesarrollados y cortoplacistas. Hasta en esto. Cuando uno comprueba esto es fuerte. No hemos progresado ¡NADA!  Me refiero como personas que supuestamente queremos colaborar para que este país sea –algún día una nación desarrollada; evolucionada. Integralmente. Lo que marca el plus al cual debiéramos aspirar todos.
No bastan las consignas de “un país justo” o “uno con igualdad” o uno de “iguales y por eso hay que actuar distinto…”
Las consignas caen reventadas por el peso de su propia incoherencia y no sustentabilidad  cuando se observan  las conductas de los políticos , que por decir lo menos asombran. Dicho  en forma fina.
Sí , los mascarones de proa caen bajo el peso implacable de los  temporales y vientos fuertes.. Esos que no dialogan; son simplemente y se imponen por la fuerza de su propio elemento y naturaleza.
 Del mismo modo las tierras depredadas de sus elementos constitutivos esenciales son tan  peligrosas y dañinas como un barco con grandes mascarones de proa, pero sin un rumbo claro y firme.  Para sostener y defender  ,afirmar y corregir,  en  primerísimo lugar lo que lo constituye; lo que nos identifica como país, sociedad,  asociaciones intermedias y personas finalmente.
Un país se construye con  empeño y respeto a la vez sostenidos en  el tiempo. Un delicado y espinudo equilibrio. Tanto como el logro del bien común y los bienes particulares. La conciliación de los ámbitos nunca ha sido fácil, más no imposible. Un asunto de sensatez, inteligencia y sensibilidad bien nacida y llevada. Una que dignifique  a quienes conducen  y también a los conducidos o gobernados. Habrá también  como consecuencia más verdad y por lo mismo una tierra mejor preparada para el cultivo de la sana paz en ella.
Solo entonces,  estará  , “ahí, todo lo que necesitas” para ese hombre o mujer chileno. Solo entonces. Unicamente entonces.
Hay una deuda fundamental con cada chileno : la de un desarrollo  país con promoción humana. Y todo lo que ella presupone e implica.

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