Estamos en Frankfurt. Ahí, en medio de miles de jóvenes venidos de todas partes del mundo. Mucho humo quién sabe de qué alucinógeno; dulzón y penetrante en la nariz. Molesto. Vestidos con mantas aimaras y cintas de lana tejidas que amarramos en nuestras cabezas para estar a tono con los congregados y denotar con orgullos que somos latinoamericanos(aunque de pelo rubio.). Largas melenas en ellos y también en nosotras.Corre el año 1972.
Eramos unos 10. Peruanos y chilenos. Todos" educados",inquietos y viajeros. Queríamos conocer el mundo y saber de él.¿ Qué había más allá del charco que separaba nuestro continente de Europa.? Para remate tenía mucho dolor en un tobillo. Me lo acababa de quebrary tenía enyesado un pie.Así y todo caminaba como podía.Veía burros verdes,pero el entusiasmo podía más.
Sin embargo fue una experiencia memorable. Oímos a Roger Waters y su banda en un concierto fabuloso de más de tres horas y bastantes años menos: ellos y nosotros.Hoy revivo esa experiencia a través de mis dos hijos mayores. pero en Santiago.Otra época;otra circunstancia y también otro mundo;otra realidad.
Llegaron impactados. La espera había valido la pena.Compraron sus entradas varios meses antes. La paciencia tuvo su premio.Tararébamos a coro juntos sus canciones en los días previos.¡ Genial !
Entonces ,Waters con las mismas canciones y su enorme convocatoria además de cantar cuestionaba todo lo del muro de Berlin en plena etapa previa a su caída y en la propia Alemania..Era un temazo. También despotricaba contra todo el sistema establecido y más. Pero era un músico de ley y de la buena.
Hoy , se ha lucido una vez más. Sin sus compañeros de banda gracias a la nueva tecnología.Acompañado de una escenografía original y que creo sin miedo a equivocarme que fue a la par de la música lo que más gustó a dos de mis hijos. Es más,iban precisamente ,en parte para ver la puesta en escena . Les atraía enormemente. Son la generación de la imágen más que del concepto como input. La que sí fuimos nosotros. Ellos digitales;nosotros analógicos.
El muro cayó en Berlin;la guerra fría pasó a segundo término,los países desarrollados entraron en crisis económica y los en vía de desarrollo fueron evolucionando hasta llegar a haber algunos emergentes. De un lado y otro del charco hubo cambios.
Es más,no sólo las contingencias han cambiado . También los protagonistas.Pero Waters continua impertérrito e imbatible como juglar y trovador de la música que alguna vez creó. Y llega;convoca y comunica: también,algo más que música...
Está clarísimo. Hoy la convocatoria que antes tuvieron la política,la iglesia y otras instituciones ha pasado a ser reemplazada por estos nuevos juglares del mercado o la plaza pública. Son ellos; el fútbol;las transnacionales;los defensores de los animales y la ecología; los del desarrollo sustentable y los vales de carbono quienes congregan.
Bien o mal,cada uno tendrá su opinión al respecto,pero reúnen en torno a algo o alguien. Cosa que el hombre actual con los cambios en las instituciones tradicionales no ha dejado de anhelar y buscar ; en algunos casos no sin angustia.Los marcos de referencia han variado. Lo que no cambia es el hombre,su búsqueda y realización con una finalidad en la existencia. Si para esto hoy tenemos a los nuevos juglares: benditos y bienvenidos. Si la música es el código y reúne y congrega: bien.Para todo lo demás habrá que ver hacia donde nos llevan los nuevos juglares los que unidos a sus amplificadores como las redes y medios han adquirido un poder insospechado, que se lo quisieran por un segundo , los que antes lo detentaron. Incluso allá en el año 1972.
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