viernes, 27 de abril de 2012

Las migajas de un gobierno moderno


 Es poco serio.  Nada  excelente y, por lo mismo,  injusto. No hay equidad en ello.
Hoy  le toca a Chile. Curiosamente un gobierno de derecha.  No tan curioso para los vientos que soplan en la política y economía internacionales: con estos son concordantes. Pero no con lo que necesitamos . Con lo que Chile espera a estas alturas. Merecemos más seriedad; más  respeto  como gobernados  y también   más verdad  y coherencia en lo que se nos prometió y en como se maneja este país  hoy. Hemos llegado al límite de la farsa. O mejor dicho de otra forma…para todo hay uno  y en esta caso ya se pasó de la raya hace tiempo . No solo para los principios  sino también para las esperanzas de todos los chilenos. Los que votamos por los actuales gobernantes y con mayor razón los que no. Con éstas -no se juega- señores. Hay que ser muy descarado o amoral, así de simple.
Frente a esta situación cabe preguntarse ¿gobierna quien dice gobernar…? Parece que no. Y aquí se verifica una vez  más la globalización, sus postulados y prácticas de  todos los gobiernos del mundo desarrollado. Perdón, dije , ”desarrollados”. Aún  cuando han  dejado muy  atrás  o sobrepasado muchos de los valores y principios que originalmente produjeron el desarrollo exhibido hoy. En el sentido más amplio  y completo. Así las cosas, se ha producido un efectivo retroceso en estas economías  desarrolladas y emergentes en los índices  hacia los rankings tops, para caer a la vez,  en el  completo subdesarrollo espiritual, cultural, valórico y humano. ¿Paradojal? Sí, pero tangible en muchos gobiernos en la actualidad.
   
La brecha entre las aspiraciones  y la realidad de los ciudadanos es transversal. También las inconsecuencias observadas en todos los ámbitos del país; lo mismo en las soluciones que el gobierno y por ende el modelo que lo sustenta  otorga para solucionar los problemas   de fondo que aquejan  a los connacionales. Una” no casual”  planificación ostentosa en sus planteamientos, pero al fin y al  cabo  migajas  que  caen de una mesa no dispuesta a compartir soluciones(alimentos frescos con todos los comensales) para todos los chilenos .
Es más, con desparpajo solapado , se hace gala del asunto a todo nivel.  Lamentable, hasta donde  llega la soberbia cortoplacista  anclada en la estupidez y ceguera del costo político enorme en que incurrirá este país. Tendremos que soportar  uno más…no aprendemos , ni aún creyéndonos un país “desarrollado”… Somos   propenso a lo que llega de ultramar, con basura incluida. Tendremos altos costos que enfrentar. Algunos se vislumbran ya como la punta de un iceberg que asoma  en el horizonte, pero claro ,mejor es no verlo. No sería políticamente correcto  ¡soberana estupidez! Avalada además con la unanimidad de quienes sentados en la autocomplacencia no ven más allá  que sus propios intereses y los de la punta de su propia nariz…no hay una real voluntad para ello y con la agravante del   concurso voluntario a la aceptación de ello.
Así el escenario, poco podemos esperar los que ya esperamos desde hace mucho. No es justo; tampoco equitativo para  los que menos tienen especialmente. Estos quedan fuera.  Es francamente un círculo vicioso diabólico…¿cómo lo rompemos? Y me incluyo porque me afecta: incide en mi, en mi familia, en nuestro  futuro y en lo que queremos para nuestro país: así de rotundo…no es menor y por lo mismo no queremos más migajas  muy bien envueltas  de “supuesta” equidad y justicia social. Mal usadas ;   prostituidas en su uso y abuso. Se abusa  de la buena fe , esperanza y  trabajo  honrado de muchos chilenos. Así, de esta forma, “ no más a las migajas.” Los chilenos no somos perros alrededor de una mesa. Merecemos –más -¡ señores! Por de pronto que se nos trate y gobierne como personas que somos. Tenemos dignidad y eso pasa por ganarse el pan y ser respetado en nuestra libertad, inteligencia ,creencias y valores acorde a lo que somos:  personas. Seres con trascendencia, no sólo entes productivos inmersos en un sistema productivo masivo, mecanicista, alienante  y diabólico. Que  endeuda y hace trabajar a muerte y  hasta la muerte para pagar lo que  ofrece a un alto costo. Muchos incluso sin tener las necesidades más básicas   cubiertas. ¿No es inmoral? Por supuesto que lo es  y ¡hay que decirlo señores!
 ¿Hasta cuándo…las migajas? La inmoralidad y las culpas no se cubren ni solucionan con migajas.  Más teniendo en cuenta que se planteó un gobierno de “ excelencia”. Esta debiera partir por la humana y lo que ella encarna para TODOS : gobernantes y  gobernados. . Muy distante de lo que vemos hoy.  Se requiere valentía para hacerlo y cambiar de una vez al sistema imperante.
Existe   un  aburguesamiento  y “debilidad” de las voluntades. (las de los gobernantes y los gobernados) Así ,   mal podremos exigir algo más que migajas… ¡Despertemos de una vez!

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