martes, 24 de abril de 2012
¿Quién es usted Moya realmente?
Como dice nuestro galardonado anti poeta Nicanor Parra el carnaval de las palabras…siempre en movimiento. Me apodero de ellas-con su permiso- y las tomo para idear un censo imaginario. En una realidad imaginaria y desde un balcón imaginario también.
Veo la cara de la censista si al preguntarme¿ desde cuando vive usted en este barrio? -súper real- le contestara con lo siguiente : la verdad es que añoro el de mi niñez esos grandes árboles en las veredas y por qué no decirlo también su dimensión. Era otra. Más modesta , más pequeña , pero también más acogedora y a una escala más asible ; más accesible; más cercana; más grandiosa en lo humano . Bueno, claro éramos bastantes menos y aún muchos menos los autos . Hoy diríamos de dimensiones imaginarias para el Chile actual.
Andábamos en bicicleta sin casco , ni teléfono celular. Bastaba avisar a la mamá o a la abnegada y amable nana, parte de la familia .Otro personaje imaginario en el Chile de hoy. Como también lo serían el afilador de cuchillos que pasaba soplando un flautín inconfundible. . También el organillero. Que se dejaba oír desde lejos como preparando las ganas para lo que vendría. La música, el lorito y sus papeles que sacaba con perfecta animal parsimonia. Y que decir de todo lo que traía . Desde pelotitas de aserrín de fuertes colores con un elástico que permitía tirarla mil veces sin perderla , globos , chicharras y mucho más . Era un mundo de fantasía .Hecho a mano sobre cuatro ruedas que esperábamos cada quince días más o menos y que nos abría un mundo infinito de entretención y alegría . Capítulo aparte merecen los animalitos que teníamos en la casa. Perro, gato canarios e incluso un pato.
Frente a la pregunta si sus hijos viven en la actualidad con ustedes en nuestro caso la respuesta es afirmativa . La verdad es que entonces vivíamos con nuestros padres un tiempo largo hasta que nos casamos y también volvimos poco antes( como quien cierra un ciclo .) El que se casa ,casa quiere…se decía. Viajar fuera de Chile era extraordinario o al menos no era muy a menudo.
Volviendo a la bicicleta –eje central- de las actividades de nuestra niñez junto a ella aparecen la plaza, lugar de varias horas semanales de encuentro y juegos. Estos los hacíamos nosotros. No había nada instalado , salvo los columpios, irreemplazables, especialmente en primavera y verano. Nos permitían volar por el aire y mirar todo desde lo alto: fantástico. Las plazas de hoy tienen mucha instalación y .a veces, cosa curiosa, poco público…será que no hay tiempo.
Entonces teníamos cuatro estaciones. Hoy hasta nuestro clima ha cambiado. Ya debemos- en parte- imaginarnos el otoño y la primavera. Se nos han reducido prácticamente a dos : calurosa y lluviosa. Sin matices ni prólogos . Habrá que crearlos con la palabra y por medio de ella. Siempre queda la maravillosa posibilidad (al menos)
Me pregunto que pasaría si el censo real preguntara cuándo fue la última vez que usted se reunió con sus hijos o padres… o con los tíos viejitos que aún viven o sobreviven en la modernidad…prefiero no transcribir la respuesta.
Ah y los cumpleaños una institución de marca registrada con invitación a todo el curso. Todo preparado fantásticamente por la mamá y en casa. Espectacular. También la celebración de las primeras comuniones y bautizos. Iba toda la familia extendida y eran muchos, entonces: ¡qué bonito! Y esto queda marcado a fuego en los que hoy somos adultos e intentamos formar y proyectarlo en nuestras propias familias. Un modo y forma de hacer familia que nos hizo muy felices alguna vez. Podemos ver todos esos episodios gracias a las fantásticas películas de 8mm filmadas por el papá y que eran enviadas a Panamá para que las desarrollara la Kodak ¡qué decir cuando éstas por a,b oz se perdían en el largo viaje. ! Había otro sentido de los tiempos y de la espera. Por lo mismo , cuando los eventos se producían habían sido muy anhelados y aguardados … como cuando íbamos al circo de las Aguilas Humanas en la calle San Diego .Un acontecimiento que marcaba un antes y un después en el transcurso del año. Era un hito al igual que los veraneos en la playa, luego en el sur; también la Fisa de Cerrillos; las presentaciones de las compañías de bomberos; las del cuadro verde de Carabineros y las actuaciones en vivo recordando algunas batallas de la historia nacional tales como la de Chacabuco; la de Maipú; también Til Til donde asesinaron a Rodríguez y así tanto episodio aprendido en los lugares y también en los libros entretenidos que teníamos la suerte de leer. Así como muchos otros clásicos de la literatura infantil que nos regalaban entonces importados y maravillosamente ilustrados que conservé mucho después pensando en los que serían mis propios hijos y ahora se guardan para los futuros nietos . Ojalá pueda contárselos a cada uno de ellos –en su momento- como hicieron con uno con tanto cariño nuestros padres. Otra experiencia grabada a fuego, inolvidable . Poder asistir al ballet ruso y ver el Cascanueces constituyó un capítulo aparte. Instalados en un palco importante del Municipal fue algo inolvidable para los oiitos y los oídos de los que teníamos 10 o 12 años entonces.
Mucho para relatar , pero ya no se ajusta al formato censo así es que aquí ,lo dejo.
Soy Moya , soy chilena. Mi vida no ha sido imaginaria pero ha tenido mucho de fantástico y me permite proyectarlo a cómo veo lo que observo hoy. En parte gracias , a lo que viví , a las huellas que dejaron impresas en mi un modo de ver y observar el mundo nada convencional e imaginativo por corriente que sea lo observado. Es la antítesis, una especie de visión - anti censo -. Nada tabulada. Nada prevista ni menos demasiado calculada ni útil probablemente, para algún estudio o predicción de algún tipo…¡gracias a Dios !
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