domingo, 26 de agosto de 2012

Los tiempos idos .


Se respira un aire helado. La pátina del tiempo  impregna  la arquitectura digna, noble de un tiempo  pasado en el  lugar que nos   acoge. Por un momento me sentí  partícipe de la   escena de una película sepia. Antigua, entrañable y también algo “pasada de moda.”  Muchos de los ahí reunidos eran  parte de un tiempo transcurrido. Una generación que comienza ya un viaje de vuelta.  En la hora de los recuentos vitales ; de las historias personales que cada uno ha construido y , dentro de ellas,  lo que  les tocó  vivenciar como parte de un país  que  ya fue.  Con sumas y restas .
Vivir en el pasado a nada  conduce;  aferrarse  al futuro que aún no existe, menos  y preocuparse por él  dirán otros tampoco parece ser oficioso. El hoy, finalmente lo único cierto    y real, semeja   ser lo adecuado y también  para muchos lo único  políticamente correcto…¿lo será tan así? Es la instantánea con validez y plusvalía del color.
Una hermosa arquitectura, facilitó la reunión. Pero tengo mis dudas si el paso del mismo tiempo en esas mentes ahí reunidas,-algunas muy lúcidas-  condujeran hacia algo  concluyente en lo que interesaba realmente. A no ser que se tratara de muy buenas intenciones , mejores anhelos y una iniciativa idealista y loable. Pero el sepia es  ya sólo  cine arte. A menos que   el argumento mostrado a través de él sea  consistente  y  universal(atemporal),  me   temo  que esta cinematografía irá   solo a una buena cineteca especializada. Ahí , sí será útil. Enseñará  una  época, un modo de ver. Servirá para comprender  ese lapso y sus circunstancias. Será, tal vez, arte.  Testimonio gráfico de un tiempo  ya ido.  Y con algo  de nostalgia en muchos de los que ahí opinaron.
También,  envejecer “bien”  se  ha dicho es un arte. Más en una sociedad donde la juventud y todo lo  que ella entraña está hiper  valorado.
“Todo tiempo pasado fue mejor.” En este caso habría sido interesante hacerles la pregunta a  ellos. Al cálido sol que brillaba esa mañana habría sido bueno  pedirle que su claridad iluminara a los ahí congregados y que  recompusiera todos los pedazos del tiempo ya ido. Que  aclarara lo expresado  dentro de las coordenadas del paso y dinamismo del tiempo. Las circunstancias cambian y  la realidad contingente del mismo modo. Los credos , las costumbres , las personas  y,  los afanes   ya  idos, muy  probablemente también.
Esta experiencia  quedó retratada en sepia. Un paneo rápido para recordarnos que el tiempo es inexorable; no se detiene.  Mostrarnos que cada tiempo tiene sus luces y sombras. Y , cómo siempre , las personas tienen necesidad de ser oídas, acogidas y reconocidas  en su circunstancia, en su propia historia. Esta,   junto a muchas otras,  que  esa mañana quedaron capturadas en una misma   placa fotográfica. Fidedigna, testimonial, hermosa y sepia de un tiempo , que ya no volverá.
La antigua arquitectura rezumaba antigüedad, tradición .  Calló una vez más. Observó a los nuevos  concurrentes . Los oyó  hablar del  tiempo  ido.  Sepia.  El mismo  que ella conoció al ser construida y la  retrató  otras tantas. Cuando se intentaba capturar  al tiempo en una imagen  y en  ese intento – aún-  había arte.
Hoy, he podido ver y “oír” esta reunión vía “Skype”. El sepia y el internet llegaron en un instante a mi computador. Recuerdos  sepia del futuro .

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