viernes, 31 de mayo de 2013

59


Recibió ese apodo  por el número de su incubadora. Era ése en   el hospital en China  donde fue llevado este niño   de dos kilos trescientos. Encontrado en una  cañería de  retrete donde fue expulsado al nacer.
¿Temor a un segundo hijo de parte de la madre? ¿Egoísmo o locura?¿ Accidente? ¿Pobreza?
Sea lo que haya  sido no fue una buena bienvenida .  Pero la vida y su fuerza  quisieron más para él. Las circunstancias, la suerte, el destino dirán otros.
En China   la natalidad es “un problema” para el estado y ha penalizado  los nacimientos de los segundos hijos y   los nacidos mujeres en  sus provincias campesinas especialmente se les mataba abiertamente. Hasta hace muy poco .
Un país con mucha mano de obra barata, poca regulación del trabajo y la contratación y donde una gran cantidad de niños y jóvenes laboran largas jornadas. Es parte del explosivo crecimiento de la China de  hoy. Una que rompió los moldes hasta hace poco  rígidos no solo políticamente , sino también en lo económico y cultural. El gigante asiático enfrenta una evolución sorprendente no solo en lo  interno sino también en sus relaciones con occidente.  Así el impacto de sus demandas  por materias primas en el exterior producen una notable   oscilación de las monedas, mercados y niveles de las balanzas comerciales de los países que les exportan .
Sí , China ha dejado de ser solo un país extenso y hermético en todo sentido.
Y,  su población    un factor de aprehensión en su territorio . No solo para el estado chino sino también para el mundo. Muchos de ellos están emigrando a los países desarrollados en busca de mejores horizontes de vida, educación y  otros rubros. Y los mercados  occidentales  decaídos  en búsqueda  de clientes lo saben.
En las décadas de los 70 y 80s emigraron muchos árabes con recursos económicos de los emiratos productores de petróleo dominantes de entonces. Y era común observar en el  mismo Paris, , a un jeque bajar de un lujoso auto  con  cuatro o cinco mujeres cubiertas con sus trajes típicos y entrar a una elegante casa de modas en la capital francesa Y, salir luego ellas cargadas de  elegantes bolsas  de finas y afamadas marcas de alta costura.. Hoy el panorama se repìte. Hoy   se trata de chinos adinerados que van en busca de todo aquello que occidente les ofrece para sus rebosantes bolsillos y que no encuentran en  su milenario país.  Educación, suntuarios y mucho más.
Sin embargo para 59 la situación confirma que en materia de  derechos humanos y en los esenciales éstos  no han sufrido la misma  evolución positiva. Al contrario, más bien ,  confirma la cosecha  producto de largos años de una política  estatal antinatalidad sus consecuencias dramáticas. A la vez la pobreza e ignorancia que continúa existiendo   en las  provincias del interior chino y  que no disfrutan del progreso observado en las ciudades importantes. Al menos el que occidente muestra en sus medios. China y  su cultura milenaria parecieron   levantar cabeza y asomar  también al mundo. No solo por su explosivo crecimiento sino por su humanidad que aún conserva a pesar de haber sufrido ataques sistemáticos a ella. Primero  por sus largos años de dictadura comunista ,  alienante y por  sus revoluciones “culturales” que no buscaban por cierto en primer lugar la promoción humana de esos chinos sino una hegemonía  aplastante del partido sobre las libertades más básicas, la vida y  el pensamiento de los chinos por muchísimos años.
Acá con 59 parece triunfar la libertad  y el derecho más esencial . La solidaridad, el auxilio hacia otro- más débil y vulnerable- y su socorro a pesar incluso de posibles sanciones y represalias. Triunfó lo más  humano de esa cultura milenaria.(El respeto por la vida, especialmente de sus ancianos y niños)  Aquello  que la hizo insigne. Y que hoy se manifiesta en la defensa de la vida en este niño 59.
Fue sacado del ducto a punta de serruchos  hasta oír el llanto  de un nuevo ciudadano chino al salir del forado hecho en la tubería.. Uno que llega a un país cambiado. Muy diferente del que conocieron sus abuelos. Distinto como para ser tirado en una cañería de retrete. Tal vez por pobreza, tal vez por occidentalización.
Y ..quien sabe , 59 podrá ser,  tal vez,  un Lang Lang  que deslumbre  con su virtuosismo en el piano el día de mañana o un Mo Yan que nos relate historias que suceden en los campos de sorgo rojo. Un Huawei que  proyecte estructuras asombrosas como un nido.
59 nació para quedarse .Ya no   en una China hermética y aislada por su larga muralla ,sino en una,  en la   que despunta  y asoma  lo mejor de ella: su evolución y creatividad innatas insertas  en  un   sostenido desarrollo económico unido a una tradición propia, única ,  milenaria. Una que  defiende  finalmente sus valores. Su    identidad única e inconfundible. La  que la hace situarse en el  concierto internacional  de hoy como una nación pujante poseedora de ventajas y un potencial de desarrollo únicos. Unos que van más allá de  los fríos cálculos económicos. Son un pueblo asombroso. Su historia lo demuestra y hoy no es la excepción. Incluso  con un pequeño pero fuerte 59.  

domingo, 19 de mayo de 2013

“ Todo lo que necesitas , está aquí "


¡Qué pretensión!  ¿Rebosante de “espíritu de servicio” o de   superabundancia de autocomplacencia? (¿o una larvada y ciega  petulancia?)

Esta oración -impresa en la bolsa  de un  diario-  fue emblemática   y epifánica cuando la leí.  Era la fórmula de la consigna -de turno hoy- en este país.  La que muchos pretenden poseer, ofrecer y comunicar finalmente. Este tabloide y sus  ingenieros comerciales  son realistas. No   olvidan que justamente el mundo  de la oferta  es ancho y amplio. Y hay que competir. Ahora apelan , usan , abusan y manipulan ,  para ello  , lo más profundo de toda persona.
¿Bien o mal la manipulación?  A través del lenguaje ésta se hoy observa  en todos los rubros. Es una” operación peineta “sostenida en el tiempo. Sí, pero para bien  o mal , hay que vender, cada pomada muy bien y,   si es posible,  llegar a esos potenciales clientes de pago, compra de ideas, valores, costumbres, de” cultura”… en  sentido amplio en la sociedad actual. -Las tendencias- las llaman ahora.
Así como desde los púlpitos de casa piedra  el discurso del marketing  también comienza ya a variar. Y tenemos que  se ofrecen seminarios en los cuales se enfatiza que lo importante ahora son las personas. ¡Vaya descubrimiento! Si es muy antiguo señores ¡ más que el hilo  negro! Lo que nunca debió olvidarse…solo que ahora -conviene -recordarlo. Es justamente la constatación de esta realidad la que me hace dudar profundamente de la verdadera intención de rectificar el discurso hasta ahora vigente.
El hombre actual, como nunca busca y no encuentra. O, mejor dicho encuentra,  sí: sucedáneos, pero no lo que necesita en definitiva. ¿Para que´? Bueno,  nada más y nada menos que,   para ser más feliz, pleno  y tener una vida con sentido. Ese que viene dado por esas verdades de siempre y las que no están sujetas a marketing, hall of fame ni nada por el estilo.
Una vuelta y otra , para volver a esas tierras originarias, fértiles que ese hombre al alejarse de sus raíces más profundas, las que lo identifican finalmente dejó a merced del viento, las lluv ias, el frío y el calor extremos.  Sino a una voluntad en extremo debilitada por el implacable  azote de un sistema que lo denigra, descalifica y desclasifica. Uno que habla de tolerancia, pero segrega a la hora de los que hubo . Sin cultivo, sin amoroso cuidado abandonó también su propio cultivo, convirtiendo su existencia, sus anhelos y mucho más en una tierra yerma y baldía. Arrasada, cuando no si acaso. Así la erosión del terruño solo trae miseria material y humana.
Una que está ahí despojada de lo más propio,  aquello que la hace ser lo que siempre debió ser. Una consistente, coherente, fértil y productiva. Una que conoce su propio valor y por lo mismo no entrega aquello que  no tiene  precio, la identifica y constituye. Su propia identidad, características , patrimonio, acervo propio.
Estos elementos desde la persona , pasando por las sociedades intermedias de todo tipo hasta llegar al estado, cada una de estas esferas tiene un ámbito propio, identitario y por lo tanto derechos y obligaciones irrenunciables en el todo de una sociedad.
¿Qué puede hacerse cuando los ciudadanos ya no les creen, sea por los motivos que sean? Algunos evidentes y bastante graves, otros solapados y no menos acuciantes. Sí,  frente a la constatación de este estado de cosas es muy difícil entregar a todos estos supuestos intemediarios algún gesto de confianza. Y es simple. Cuando esta se defrauda en los  principios más fundamentales no hay reconstrucción que valga. Incluso la más elaborada y edulcorada. No señores. Grave cuando esta situación se da en forma transversal y a nivel país. De capitán a paje, de derechas a izquierdas pasando por el centro.
No hay dudas este país ha cambiado. Solo el tiempo confirmará o no ,si todo lo modificado fue para bien. Y, me refiero fundamentalmente a las personas individualmente consideradas, sus ambiciones, cualidades  e identidades. Todo aquello que finalmente  colabora o no a una sociedad mejor o no.
Y que  no se verifica solo en entregar un voto , a una u otra coalición determinada.
Es muchísimo más que eso. Pero una vez más en este país  somos subdesarrollados y cortoplacistas. Hasta en esto. Cuando uno comprueba esto es fuerte. No hemos progresado ¡NADA!  Me refiero como personas que supuestamente queremos colaborar para que este país sea –algún día una nación desarrollada; evolucionada. Integralmente. Lo que marca el plus al cual debiéramos aspirar todos.
No bastan las consignas de “un país justo” o “uno con igualdad” o uno de “iguales y por eso hay que actuar distinto…”
Las consignas caen reventadas por el peso de su propia incoherencia y no sustentabilidad  cuando se observan  las conductas de los políticos , que por decir lo menos asombran. Dicho  en forma fina.
Sí , los mascarones de proa caen bajo el peso implacable de los  temporales y vientos fuertes.. Esos que no dialogan; son simplemente y se imponen por la fuerza de su propio elemento y naturaleza.
 Del mismo modo las tierras depredadas de sus elementos constitutivos esenciales son tan  peligrosas y dañinas como un barco con grandes mascarones de proa, pero sin un rumbo claro y firme.  Para sostener y defender  ,afirmar y corregir,  en  primerísimo lugar lo que lo constituye; lo que nos identifica como país, sociedad,  asociaciones intermedias y personas finalmente.
Un país se construye con  empeño y respeto a la vez sostenidos en  el tiempo. Un delicado y espinudo equilibrio. Tanto como el logro del bien común y los bienes particulares. La conciliación de los ámbitos nunca ha sido fácil, más no imposible. Un asunto de sensatez, inteligencia y sensibilidad bien nacida y llevada. Una que dignifique  a quienes conducen  y también a los conducidos o gobernados. Habrá también  como consecuencia más verdad y por lo mismo una tierra mejor preparada para el cultivo de la sana paz en ella.
Solo entonces,  estará  , “ahí, todo lo que necesitas” para ese hombre o mujer chileno. Solo entonces. Unicamente entonces.
Hay una deuda fundamental con cada chileno : la de un desarrollo  país con promoción humana. Y todo lo que ella presupone e implica.

sábado, 11 de mayo de 2013

La de los 364 días.




Sí, a esa misma, idealizada, pero a la vez muy utilizada hoy. Lamentable. Pero no todo es tan deplorable. Aún  conservamos en nuestra mente y corazón los afectos recibidos de una madre. Contrastados luego por lo que vemos en tantas mujeres hoy. Unas que lo son biológicamente, que duda cabe, pero su alma femenina, esa que encierra justamente todo aquello  que la distingue y diferencia; todo lo que la constituye ha variado con o sin su consentimiento.
¿Dónde radica todo esto?  Unos dirán y se lavarán las manos como un Pilatos, que los tiempos han cambiado. Que si ellas querían la igualdad, pues ahí la tienen, Que si esto si lo otro. Pero la razón de fondo,  muy lejana ya de una plácida madonna envuelta en azules aterciopelados con un tierno niño en sus brazos que la contempla, está mucho más allá de la estética femenina y su idealización; más allá de  un cúmulo de virtudes que ella supuestamente debiera encarnar. Radica esencialmente  en una mujer de carne y hueso, que conserva a pesar de los pesares, su más genuina estructura racional y sensible interna. Una que la hace querer en forma individualizada y particular. Una que se asombra y también conmueve con la necesidad ajena; las injusticias de todo tipo, la falta de oportunidades para muchos, y también una creciente falta de equidad: hacia ella y su propio género hoy . En medio de innumerables facultades que ella continúa teniendo, pero ahora con la agravante que ella no solo las posee desde siempre sino que demás  está dotada de formación intelectual, profesional para hacerse parte de la gestión en medio de ese mundo exterior.
Uno que está afuera de su mundo tradic ional y propio: el de los afectos y lo intuitivo esencialmente. Ahora ya no solo será mujer por naturaleza sino que se le exige y demanda que  ejerza  funciones con la frialdad, racionalidad y pragmatismo de los hombres. Es decir que se desdoble o  abdique de ser quien realmente es. ¿Cómo se concilian?
¿Justo o injusto? Más bien diría que es errado. Y, también inequitativo. Y, también empobrecedor de la propia mujer.
Muchísimo más racional, adecuado y justo debiera ser una fémina que  con su propia naturaleza y sus cualidades intrínsecas, enfocadas como un plus  unido a todo lo que la sociedad a través de la educación  le  ha entregado , despliegue sus capacidades aportando además justamente lo que la distingue: sus propias habilidades de mujer y muy especialmente en lo que a hacer de este un mundo uno  mejor se refiere. Otorgando personalización a las actividades y una creciente humanización al quehacer  del trabajo en medio del mundo. Muy probablemente habrá mejor comu nicación en esas mismas metas y objetivos impuestos. Podría decirse que el tenor de las obligaciones variará radicalmente. Para mejor.
No hay dudas, la mujer hoy como nunca asume responsabilidades enormes en cuanto  al desafío de construír a partir de ella un mundo mejor; con mejores personas. No perfectas como quiere  hacérseles aparecer en la publicidad engañosa.
Las casa piloto, esas en que nada se desordena, en  que la madre es perfecta, los niñós y el marido también no son reales.
Cabría decir lo mismo aquí. La mujer esa de los restantes 364 días del año, es una reina, siempre y cuando permanezca fiel a su propio ser mujer. El desafío se plantea  ahora en llevar todo lo bueno de ello unido a las destrezas adquiridas y los saberes acumulados a un mundo funcional, frío y calculador. Uno que debe producir, sí o sí. Hoy más que nunca.
Tal vez sea llegada la  hora, para todas las mujeres, las que son madres y las que no, de volver aunque sea por unas horas  a su propio lugar: el de los afectos, de la inteligencia intuitiva y el de  la generosidad. Ese donde cada persona tiene un nombre propio y se le quiere por ser quien es , nada más.
Tal vez su trabajo, como una prolongación de su ser más propio, por citar alguno, el de su hogar , pueda transformarlo en un  trabajo más amigable, más humano, más comprensivo y más constructor de paz y respeto.
Sí, las mujeres hoy,  como nunca  no solo anclan su propia felicidad sino la de muchos otros,  en un sano despliegue de sus capacidades  bien utilizadas en pro de su desarrollo personal, pero a la vez permitir el de muchos otros con ellas y por medio de su acertada gestión.
Vuelve así a comprobarse que los extremos nada bueno traen . De un machismo  exacerbado en la antigüedad  al feminismo extremo, ambos negaron la real posib ilidad a la mujer de ser quien ella realmente está llamada a ser. Hoy parece asomar por primera vez una posibilidad real y concreta para ella. Solo falta que muchos señores, no les  “teman” tanto y no las boicoteen en el acceso  a todo tipo de trabajos y actividades que ellas incluso   desplegarán tal vez, mejor que ellos.
Cuando se les ha recriminado por años que no asumían un rol más protagónico y se las mantenía reducidas exclusivamente a su rol de madres y educadoras- que siendo fundamental- no tenía por qué ser único y exclusivo.
Deberá vencer muchas vallas. Sea culturales, sea  anima adversas, sea las de la envidia y competencia de sus pares hombres. Pedir la ayuda necesaria para lograrlo a quienes corresponda, según el caso.
Llega también la hora del real  y respetuoso reconocimiento de quien es ella realmente. Y acorde con él,   abrir  los espacios necesarios a fin de que ella preste su  función colaborativa esencial . Solo así  se logrará la acertada y equilibrada ecuación que exige el hoy. Mujeres realizadas, contentas. No solo en el pequeño, indispensable ámbito familiar,  sino también en  el ancho y amplio  mundo exterior. El del trabajo.
Un abrazo grande mujeres. Todas. Más aún a aquellas que con  enormes esfuerzos concilian , con no pocos problemas , ambas actividades. La personal familiar y la  laboral.
La que es madre, la que es potencialmente madre, las que no lo son. Todas merecen hoy un cariño y respeto  especial , al igual que los otros 364 días del año. Su misión es irremplazable, única, idónea y entrañable. El mundo  las necesita hoy más que nunca.
¡Felicitaciones mujeres (En sus manos radica un mundo mejor)!

sábado, 4 de mayo de 2013

Los intermediarios de hoy.



Como nunca dependemos de ellos. Sean  encarnados en tecnologías, sean depositarios de  algunas verdades, de algunas ambiciones, de algunas ideologías, en fin. Tal vez incluso de buenas intenciones y acciones altruistas.
Pero dado lo que observamos, lo que experimentamos, cual más cual menos, parece que la realidad nos está diciendo otra cosa. Una radicalmente diferente.
Los partidos políticos, proclaman ciertas consignas, pero realizan acciones que no hacen conducentes dichos monsergas panfletarias. Lo mismo los sermones desde los púlpitos, cualesquiera sean éstos, desde los de casa piedra hasta los de alguna  iglesia por ahí, distan mucho sus enunciados de lo que observamos, vivimos y convivimos con  quienes  se autoproclaman sus representantes, feligreses y /o contertulios. Da para pensar el asunto.
Más ,lejos de estas alturas y filiaciones  inconsecuentes , también existen muchos otros. Por allá lejos de los escenarios y las luces. Unos menos brillantes, tal vez, menos  vistosos y menos ruidosos también. Unos que cumplen día a día con la rutina ordinaria y cotidiana del deber ser y quehacer. Unos anónimos, pèro que gracias  a los cuales  se sostiene todo el otro tinglado: ese rimbombante, colorinche y saltimbanque. Así este mundo y su” hoguera de vanidades “y superficialidad que lo aqueja , asfixia y por ende bloquea. El prob lema es que  la falta de sustancia y médula, la ausencia de seriedad, de verdad,  la superficialidad observable en todos estos actores involucrados no hacen sino confirmar  algo real y objetivo. Somos cautivos  todos. Habiendo comprado boleto o no para esta función. De esta perversa dinámica. Y claro el costo de toda esta superficialidad e inoperancia amoral la pagamos todos a un alto costo.
Y,. resulta que lo que se prometió no se cumple; las supuestas verdades no son tales pues dependen de las dependiduras y  los derechos y garantías  son tales en cuanto  convenga; quienes debieran  representarnos  no son un cúmulo de virtudes y la verdad oficial finalmente  no es tal. Un mundo felizmente al revés…solo falta Alicia en él. Pues conejos, sombrereros y chaqueteo hay mucho. Somos chilenos ¿no?  Un triste récord del homo político chilensis. Es así desde tiempos inmemoriales.
La libertad de opinión no es tal y el libre acceso a la información, tampoco.
En fin . Constatarlo es penoso, por decirlo en forma suave y educada. Sin embargo más de algo no huele bien y es por más de algo también. Y nos piden además que nos pronunciemos…¿Nos creerán estúpidos de nacimiento? Espero que no. Lo que no pueden pedirme , pues atenta contra la sensatez más básica , es la confianza. La he perdido irremisiblemente. La mía en todo caso importa poco en el concierto.Las confianzas se otorgan a aquello o aquellos que se la merecen y se han hecho acreedores a ella. Así de simple y concordante.  Y así hoy  oímos hablar de una confianza lúcida . Antes, ella ¿no lo era?
A los olmos mal podemos  pedirles peras… y así las cosas no entrego nada más a ningún intermediario. Llámese político, isapre, AFP, banco, político, partido, gobierno de turno, sacerdote, vendedor, red o administrador de internet…sí suma y sigue. Desconfío profundamente de todo tipo de intermediarios en Chile hoy. Tal vez ,yo sea una más , de una siembra larga y sostenida en este país. Aunque tengo años, estoy segura que constituyo uno de los primores de esta nueva saca en esta cosecha.Una,  hasta cierto punto “educada” podría decirse… Creo que hay muchísimos más  más como yo. Cada día más.
 ¡¡Viva Chile!! A `pesar de todo:  mi voz (modesta) aún no se apaga. Tal vez lo haga muy luego ante la constatación de este estado de cosas en forma radical y evidente. No admite términos medios. Transar en  ella sería sumarme  a todo aquello   que deploro y que su comprobación  me causa náusea. Una lástima profunda. No va más. Pues está mucho más allá de derechas o izquierdas. Mucho más allá necesariamente. Va a los cimientos mismos de este decrépito edificio cívico y sobre todo humano.
La confianza y por ende las legitimidades se han vuelto insulsas y antojadizas, volubles, desechables, tanto como una hoja zarandeada por los vientos de un temporal. Uno que descoloca todo  a su paso.